jueves, 19 de mayo de 2011

¿Bailemos un tanguito, mi vida?


¨- ¿Qué estás haciendo? le digo
- Estoy pensando que tengo muchas ganas de abrazarte...
- ¿Bailemos un tanguito, mi vida? ¨

Hoy me compré una flor. Roja. Como el sofá de mi salón. Y ahí, sentada en mi sofá rojo como la flor, leí ¨Amarse con los ojos abiertos¨. Fue entonces cuando descubrí el texto de arriba... Me gustó.
Me hizo asociar la relación de una pareja con un baile de tango. Un abrazo.
El abrazo, el tango y las relaciones intimas significan diálogo. Contigo misma, con él, con la música. Leí mucho y...no llegué a ninguna conclusión. La misma ideea que mi sofá es demasiado grande y de nuevo demasiado vacío me mataban por dentro. Así que decidí ponerme mi jaqueta negra, cogí el boslo, mi libro y salí.
Me fuí a mi tetería favorita. Necesitaba estar sola, con mis pensamientos y mirar a la gente. Cuando estoy feliz no me gusta escribir, me gusta vivir los sentimientos, cada instante, cada despertar. Pero los momentos como estos no los quiero vivir, los quiero escribir.
Me pedí un café y me quedé pensando en ...creo que en casi todo. En la gente que pasaba tan de prisa, en los turistas con sus mapas llenos de caminos por conocer, en los niños comiendose sus helados. El café estaba frío, granizado...como debe de ser en los días calurosos. Pero hoy no hizo calor, hoy llovió. Aún así...yo quería imaginarme que era un día estupendo de verano.
Mirar a la gente paseando me tranquiliza. Me identifico con la vida de cada uno de ellos, me olvido de la mía y no sufro más.

Mañana iré de nuevo a la misma tetería, con el mismo libro y me voy a pedir el mismo café granizado.

Pequeños placeres de la vida.....¿o serán sólo un refugio?



En fin...¿qué más da?

Mejor bailemos un tango.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario